Por Froilán Meza Rivera

 

Los funcionarios de Educación en Chihuahua lo saben perfectamente, porque con ellos la
organización ha tratado estos temas de manera cotidiana, no sólo en la presente
administración estatal, que acaba de cumplir un año de vida, sino también durante las
anteriores. El Movimiento Antorchista nunca “se saca de la manga” la necesidad de fundar
o de apoyar a un plantel de educación de tal o cual nivel; Antorcha no “inventa” ninguna
necesidad educativa. No es que el dirigente de una colonia o de un sector determinado de la
ciudad amanezca un buen día con ganas de crear una escuela, como si del antojo por una
golosina se tratara. Tampoco se trata de que, otro buen día también, alguien, un colono o un
campesino plantee en una reunión que en su comunidad hace falta una escuela “porque hay
una gran necesidad”, y sin mayor averiguación el tema se vote y salga favorecido con una
mayoría, y que entonces todos se pongan a trabajar para hacer realidad ese acuerdo tomado
a la ligera. No. Así no se hacen las cosas.
Tampoco es que “las organizaciones sociales crean una necesidad y pretenden que el
Estado la resuelva”, como dijo recientemente, refiriéndose a nosotros, una servidora
pública. Porque debe saber el lector que al Movimiento Antorchista no le interesa pelearse
con los funcionarios ni gana nada con crear problemas con nadie.
Cuando el Movimiento Antorchista se presenta ante la autoridad con un oficio solicitando
que se construya y se forme una escuela, o en el caso de que ya se lleven avances, como
cuando la propia comunidad inicia clases con aulas prestadas y con profesores voluntarios,
para entonces ya se cubrieron previamente muchos requisitos. En primer lugar, si realmente
existe la insistencia por parte de padres de familia que ya detectaron la falta y la necesidad
del plantel educativo, se procede entonces a levantar en el terreno el Censo respectivo, que
se hace con un formato que proporciona la propia Secretaría de Educación, y ya con este
Censo se realiza el Estudio de Factibilidad, en muchos casos contratando a los mismos
despachos y técnicos especializados que están registrados ante Educación.
De esta manera, Antorcha Campesina en Chihuahua ha fundado desde planteles
históricamente consolidados, hasta las escuelas de nueva creación que luchan por apoyo
oficial y registro, porque la organización está empeñada en desarrollar su modelo educativo
progresista y democrático, coherente y de nivel nacional. La aportación del Movimiento
Antorchista en el terreno educativo en Chihuahua no estaría completa si no se habla
primero del Telebachillerato 8652, que inició llamándose Preparatoria “General Lázaro
Cárdenas del Río”. El logro principal de este plantel de nivel medio-superior, su
contribución a la Patria hasta ahora, han sido 34 generaciones a partir de su fundación en el
verano de 1983. Son los frutos de un proyecto educativo diferente y revolucionario en
Chihuahua, que busca que los hijos de obreros y campesinos ejerzan su derecho a
prepararse académicamente y a tener una formación científica y humanista. ¿Y qué decir de
las Casas del Estudiante “Antonio Sosa Perdomo”? De acuerdo a una somera lista de
estudiantes que han pasado por sus muros, estos albergues han resultado sumamente
productivos. Un ex morador que recibió el Premio Nacional de Finanzas Públicas por parte

del Congreso de la Unión, una candidata al Doctorado, el primer rector de la Universidad
de la Tarahumara, eminentes maestros, investigadores, periodistas, muchos profesionistas
destacados, cientos de profesionistas y de hombres y mujeres de bien, a quienes la Casa del
Estudiante apoyó en su momento, los trajo de sus lugares de origen y los cobijó en su seno,
donde se les inculcó la disciplina del trabajo conjunto y el amor por el estudio, amén de que
se les dio el ejemplo siempre del más profundo humanismo posible en estos tiempos: la
solidaridad con los desposeídos de la tierra y la necesidad de luchar por un mundo nuevo y
mejor, más justo.
¿Cuáles son los nuevos proyectos de educación en Chihuahua? En la actualidad, muchos de
los proyectos para construir escuelas, están apoyados con recursos que obtienen los
diputados federales de extracción antorchista y que se complementan con la gestoría de los
grupos organizados. En Punta Naranjo, una de las colonias más alejadas del centro de la
capital del estado, se fundó una escuela primaria, necesaria en grado sumo, porque acá la
demanda sobrepasa a la capacidad del único plantel existente de la zona, que se encuentra
lejos y, porque para llegar, la gente tiene que abrirse paso a través de una calle que se
inunda en cada temporada de lluvias. Está la secundaria de nueva creación “Profesora Elsa
Córdova Morán”, situada en la colonia 11 de Febrero, también en la capital del estado, que
satisface una demanda creciente de la población. El Cecyt de la colonia Vistas del Cerro
Grande, en la calle 62 y Media y Nueva España, se abrió desde el ciclo escolar pasado,
lleva ya trabajando tres semestres contra viento y marea, en lucha por obtener de las
autoridades sus aulas definitivas. Se cuenta asimismo el Cecyt de Ciudad Delicias, en la
colonia Laderas del Norte, también de nueva creación, que trabaja ya su segundo ciclo
lectivo en un salón que es propiedad de la organización. En Delicias, está operando con
éxito, desde hace ya 15 años, el Telebachillerato “Heriberto Frías Alcocer”, de gran
prestigio, en la colonia Campesina, y que es una alternativa sobre todo para los estudiantes
de la zona rural de ese municipio. También el nuevo Telebachillerato de Ciudad Juárez, en
la colonia Plutarco Elías Calles, es una opción educativa en una zona marginada de esa
frontera. De nueva creación son igualmente el Telebachillerato de Ciudad Cuauhtémoc en
la colonia Chano Duarte y la Universidad de Bocoyna en San Juanito, un ambicioso
proyecto, el primero de nivel profesional, con el que Antorcha pretende incidir de manera
definitiva en la Sierra Tarahumara con una institución que habrá de marcar la diferencia
entre el antes y ahora, entre el contar con una educación de calidad, accesible, humanista, o
no contar con prácticamente nada, como en la actualidad. En Parral fueron creados también
este año un Bachillerato y una Telesecundaria, cuyos alumnos, padres de familia y los
habitantes de la colonia Parral Vive, los están cobijando con su lucha conjunta.
A la organización le ha costado mucho trabajo (y le va a seguir costando, ni modo) tratar de
convencer a las estructuras gubernamentales de que la lucha cotidiana y constante de la
gente organizada por llevar progreso y mejoras para sus colonias, ciudades y rancherías, no
constituye un atentado contra la estabilidad de los gobiernos (municipales, estatales, el
federal); que las gestiones, las solicitudes de obras y de servicios no tienen un origen
subversivo ni son un peligro para nadie, que no son guerrillas urbanas, ni mucho menos.
Tenemos que reconocer que, en lo que toca al ámbito educativo, es decir, dentro de la
Secretaría de Educación y Deporte del estado de Chihuahua, las iniciativas de Antorcha han
recibido atención, aunque no todos los asuntos marchen como se quisiera, pero buen trato,
sí lo hay. ¿Qué es lo que falta?

Falta una mayor disposición para que el diálogo ya iniciado fructifique. Falta que el
gobierno en general comprenda que las iniciativas de la gente no deben ser ahogadas con la
indiferencia ni con falta de voluntad. Falta más voluntad. Y falta más apertura; que se
entienda que Antorcha puede ser un valioso aliado no sólo en lo que toca a los trámites
legales y a su intermediación para con las necesidades urgentes de la población, sino
incluso para tramitar y obtener recursos en el ámbito federal.