No hay nada qué celebrar cuando el despojo y la violación a los derechos de los Pueblos
Indígenas continúan en la impunidad y arrebatan vidas de defensoras y defensores,
comentó Isela González, Directora de Alianza Sierra Madre A.C. (ASMAC).
Añadió que el rezago social y los recursos insuficientes que padecen los pueblos
indígenas por el despojo, la negligencia y las omisiones del Estado Mexicano, son una
muestra de la falta de reconocimiento a sus derechos humanos por las autoridades
gubernamentales y políticas del país.
“Recordemos que el EZLN genera una iniciativa llamada Comisión para la Concordia y
Pacificación (Cocopa) generada por los Acuerdos de San Andrés con el Estado
Mexicano; sin embargo, el Congreso de la Unión modificó la iniciativa al punto tal que
cambió el espíritu de la misma, rompiendo el diálogo con el levantamiento zapatista.
Desde entonces el Estado Mexicano se ha negado a reconocer plenamente sus
derechos”, recordó Isela González.
Con dicho antecedente y tal contexto, indicó que se ha omitido la armonización
legislativa del marco jurídico nacional con los internacionales, o sea, los acuerdos a los
que México se ha suscrito, como la Declaración Internacional de Derechos de los
Pueblos Indígenas de la ONU, el Acuerdo 169 de la OIT e incluso se niega a respetar
con los mismos derechos estipulados por la Constitución Mexicana.
Enrique Peña Nieto y el modelo económico neoliberal, no sólo se han negado a
reconocer los derechos plenos de los pueblos indígenas, sino que han agudizado el
despojo en el país y en Chihuahua: las políticas públicas del Estado Mexicano protegen
el sistema económico, en lugar de proteger a sus ciudadanas y ciudadanos.
A pesar del contexto lleno de adversidades, los pueblos indígenas, las defensoras y
defensores apelamos a la esperanza, puesto que cada vez se generan más resistencias a
que les impongan una forma de desarrollo que no es la propia y hay muestras
innumerables en el país de que dan lucha jurídica en tribunales agrarios y de distrito, así
como en la política, para defender su territorio y exigir la reparación de los daños a sus
bienes naturales.
Este 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, no es una fecha de
celebración, es un día para exigir el reconocimiento pleno de los derechos humanos de
los pueblos indígenas, para admirar y apoyar su lucha, para doler las muertes que ha
costado la resistencia y tomar ánimo para continuar en la búsqueda de justicia, de la
igualdad y de la dignidad humana.