Gran Bretaña no ha visto hasta ahora ninguna señal de que Rusia vaya a dar marcha atrás contra Ucrania y considera la “peligrosa posibilidad” de que Moscú pueda invadirla esta semana, dijo el lunes el portavoz del primer ministro Boris Johnson.

“No hemos visto hasta ahora ninguna señal de que Rusia vaya a retroceder. Hay más de 130,000 soldados rusos en la frontera con Ucrania, y estamos gravemente preocupados”, dijo el portavoz.

“Hay una peligrosa posibilidad de una invasión esta semana”, añadió.

La agencia de noticias Interfax citó a un oficial militar ruso de alto rango diciendo que Rusia estaba dispuesta a abrir fuego contra los barcos extranjeros que entren en sus aguas ilegalmente, aunque la decisión tendría que ser aprobada al “más alto nivel”.

Moscú niega estar planeando invadir Ucrania y ha acusado a Occidente de histeria, pero ha dejado claro que ve como una amenaza el intento de Kiev de estrechar lazos con Occidente, sobre todo con la OTAN.

El embajador ucraniano, Vadym Prystaiko, fue citado inicialmente por la BBC diciendo que Ucrania podría ser “flexible” respecto de este objetivo, “especialmente al ser amenazada así, chantajeada por eso”.

Más tarde, dijo que se le había malinterpretado sobre la OTAN, aunque Ucrania estaba dispuesta a hacer otras concesiones.

“Ahora mismo no somos miembros de la OTAN y para evitar la guerra estamos dispuestos a hacer muchas concesiones y eso es lo que estamos haciendo en las conversaciones con los rusos”, dijo Prystaiko a la BBC.

“No tiene nada que ver con la OTAN, porque (la solicitud de ingreso) está consagrada en la Constitución”.

Además, el embajador ucraniano en Gran Bretaña se retractó el lunes de unos comentarios en los que sugirió que Kiev reconsideraría su intento de ingresar en la OTAN, en momentos en que Rusia ha concentrado una enorme fuerza militar a distancia de ataque de su vecino, pero dijo que podría ofrecer otras concesiones.

El Kremlin dijo que si Ucrania renunciaba a su aspiración de unirse a la alianza militar estadounidense y europea ayudaría significativamente a abordar la preocupación de Rusia, y que el presidente Vladimir Putin se reuniría con sus ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa el lunes.

Un día después de que Washington dijo de que Rusia podría invadir Ucrania en cualquier momento con un pretexto sorpresa, el Grupo de las Siete Grandes Economías Occidentales (G7) advirtió a Rusia de “enormes” consecuencias económicas si lo hacía y prometió a Ucrania un rápido apoyo.

El canciller alemán, Olaf Scholz, voló a Kiev para mantener conversaciones, a las que seguirá el martes una reunión con Putin en Moscú, pero un funcionario alemán dijo que Berlín no esperaba resultados concretos.