·       Importaciones de leche en polvo, extrema competencia para productores nacionales, dicen productores

·       A partir de 1994, inició un proceso de desaparición de unidades productivas lecheras. Actualmente van 600 mil fuera por incosteabilidad

Las negociaciones que realiza el gobierno de México en torno del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a través de la Secretaría de Economía, han pasado desapercibidas para los productores mexicanos de leche, sobre todo para el segmento de pequeños y medianos productores, por falta de representatividad, señaló el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.

Afirmó que se da el supuesto de que el Consejo Coordinador Empresarial, por conducto del Consejo Nacional Agropecuario, defiende los intereses de los productores del sector. Sin embargo, “no se incluye a quienes pertenecemos al sector social del gremio lechero, quienes aportamos el 55 por ciento del volumen de producción anual del alimento; es decir, 6 mil 200 millones de litros”.

En reunión con representantes de 20 estados productores de leche del país, Álvaro González lamentó que no exista en México una política de producción, distribución y comercialización de la leche, lo que ha repercutido en déficits crecientes del producto desde hace más de 20 años.

En ese tiempo, apuntó, coincidente con la firma del TLCAN, los productores nacionales fueron sometidos a una extrema competencia, representada por importaciones de leche en polvo sin planeación. Los bajos precios son la causa de la quiebra de más de 600 mil pequeñas unidades productivas por incosteabilidad.

Consideró que la Secretaría de Economía debe vigilar que “se cumplan las reglas de intercambio comercial”, en particular las relacionadas con la calidad y sanidad. México recibe leche en polvo que no contiene los índices nutritivos recomendados por la FAO. “De facto, sabemos que la leche en polvo llega descremada; es decir, sin las proteínas, vitaminas y minerales naturales que contiene la leche recién ordeñada”.

Por otra parte, añadió Álvaro González, el gobierno de Estados Unidos otorga subsidios entre el 30 y 35 por ciento. Esto indica que el precio por litro que se paga a los productores norteamericanos, es de 8:00 pesos el litro, contra 6:00 pesos que se paga en México, tanto por instituciones del Gobierno Federal como por la industria privada de lácteos. Esto, para los mexicanos, representa una pérdida en virtud de que el costo de producción es de 7.10 pesos el litro.

El dirigente de los pequeños ganaderos lecheros, puntualizó que ningún funcionario de la estructura de la Secretaría de Economía, se ha reunido con los productores de leche para informarles cómo van y qué esperan de las pláticas con los representantes de Estados Unidos y Canadá en torno de la leche y sus derivados.

Destacó que es necesario que los negociadores del TLCAN, con el secretario de Economía (Ildefonso Guajardo al frente) considere a los productores de leche a la hora de los compromisos “porque quienes hemos afrontado los errores del anterior TLC, somos los productores de leche y también de carne de res y cerdo. “Al parecer, dijo, para el secretario Guajardo no existimos, lo cual demuestra incongruencia del funcionario”, expresó Álvaro González.

Ha sido notorio que un alimento que debería ser estratégico para el gobierno de la República, muestra una tendencia a la baja en cuanto a oferta nacional. En el periodo de 1990 – 1993, el sector de lácteos tuvo un crecimiento de 7 por ciento anual, mientras que en la actualidad el crecimiento es de apenas 1.6 por ciento.

El dirigente Álvaro González hizo hincapié en la existencia de 150 mil productores lecheros del sector social, de los que dependen más de 600 mil mexicanos. La actividad genera más de un millón de empleos directos e indirectos. Esto significa entre 3 y 4 millones de personas que dependen de la lechería nacional.