La consagración de Liverpool por la obtención de la sexta Copa de Europa desató las celebraciones más variadas, de acuerdo con las circunstancias personales de cada protagonistas. Una de las muestras de felicidad más emotiva fue el largo abrazo, entre lágrimas, que a un costado del campo se dieron el volante y capitán de los Reds, Jordan Henderson, con su padre Wearsider Brian, que se recuperó de un cáncer de garganta padecido hace cinco años.
“Él es un hombre muy orgulloso y no quería que lo viera cuando recibía tratamiento por su aspecto. Entonces, yo sabía que lo único que podía hacer, la única forma en que podía ayudarlo, era jugar bien cada fin de semana porque él me estaría mirando. Esa era una presión diferente. Quería jugar bien para ayudar a mi papá a estar sano nuevamente”, expresó el jugador de 28 años, surgido de la cantera de Sunderland y en Liverpool desde 2011.
Presente en once (ocho de titular) de los trece partidos de la campaña del campeón, Henderson comentó hace un tiempo en una entrevista con Dailymail: “Por lo que debió pasar mi padre me hizo más hombre. Pone las cosas en perspectiva rápidamente. Digo que el fútbol es todo para mí, pero cuando suceden cosas así, te das cuenta de que hay otras cuestiones muy importantes fuera del fútbol. Fue muy duro en ese momento, fue un shock porque nunca había tratado con algo así antes”.
Además de locuaz, Jürgen Klopp también es muy expresivo desde lo gestual. Detrás de sus anteojos hay un rostro que suele transmitir con ironías sus sensaciones. No fue un título más para el director técnico alemán, sino que se trató del primero en sus cinco años en Liverpool, y también el que le permitió festejar una copa europea después de perder dos finales de Champions League y una de Europa League.
En la imagen, captada en el ómnibus descapotable que se paseó por las calles de Liverpool, el entrenador hace gala de su comicidad al mostrar que ya no le alcanzan los dedos de una mano para contar los copas europeas de Liverpool.
Dejan Lovren, subcampeón del mundo con Croacia en Rusia 2018, fue perdiendo el puesto en la zaga central con el camerunés Matip. Subido al ómnibus descapotable que recorrió las calles de Liverpool, Lovren filmó el fervor del plantel y de los miles de hinchas que acompañaron la caravana.
Con 18 años, Andrew Robertson, el lateral nacido en Glasgow, buscaba trabajo en Twitter. Con 25, sus condiciones dentro de una le fueron permitiendo ganarse muy bien la vida en el fútbol.