• Imparte conferencia magistral el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en el marco del 20 aniversario del IEE
  • “Pasamos de un presidencialismo todopoderoso a una pluralidad política recreada en todos los órdenes de gobierno”

 

 

Chihuahua, Chih. – Con ejemplos ilustrativos y ampliamente conocidos, el investigador Pedro Salazar Ugarte proyectó las diferencias entre la democracia y autocracia, y reveló dónde estamos parados en términos del desarrollo democrático.

De un presidencialismo todopoderoso a una pluralidad política, representada por múltiples fuerzas en todos los órdenes y niveles de gobierno – es la premisa que manejó en la conferencia magistral “Democracia y su contrario. ¿Dónde estamos parados?”, convocada por el Instituto Estatal Electoral (IEE) de Chihuahua, en el marco de su 20 Aniversario, y desarrollada ante un nutrido auditorio de representantes de la academia, sociedad civil, instituciones públicas y electorales, líderes de opinión, comunidad universitaria y medios de comunicación.

“Cuando las democracias funcionan, las personalidades se van volviendo cada vez menos relevantes y cada vez menos capaces en lo individual de transformar las cosas, porque se activa toda una maquinaria institucional para hacerlo”, señaló en su ponencia, puntualizando que hoy el gobernante (trátese del presidente, gobernador o gobernadora, ya no tiene todo el poder.

Y enseguida lanzó una pregunta provocadora: ¿Cuándo pueden todo los presidentes o los gobernadores? “Cuando se saltan las trancas de las normas, cuando secuestran la división de los poderes, cuando inoculan los controles constitucionales. Pero eso ya no es la democracia; eso es su contrario”.

La democracia, señaló, se trata de reglas, de normas, de procedimientos, de controles, de poderes divididos. Y sí, la democracia es una cuestión de debate, de contrapunto, de desgaste, de ruido político, porque permite que todas las voces se expresen y jueguen en la arena política.

Así que la democracia se trata de que todas las opciones plurales y diversas coexistan y canalicen sus diferendos a través de las instituciones.

Para ejemplificar de dónde venimos, expuso: El presidente de México, no hace mucho tiempo, gobernaba seis años, luego se iba a su casa y dejada a su sucesor, ya se sabía que el candidato del partido en el poder iba a ser el próximo presidente. Además, el presidente era el jefe del Estado, pero también el jefe del partido, tenía el control sobre la Cámara de Diputados, de Senadores, sobre la Suprema Corte de Justicia porque él la designaba, al igual que al jefe de Gobierno; en las entidades federativas, el presidente controlaba la carrera política de todos los actores políticos, porque su partido dominaba al Congreso estatal, al Poder Judicial estatal y lo mismo a nivel municipal con los alcaldes. Es decir, el presidente podía permitir que tu carrera subiera o podía acabar con tu carrera política.

En cambio, hoy, puntualizó Salazar Ugarte, con la transición democrática tenemos pluralidad política, representada en fuerzas políticas que piensan de forma distinta en temas relevantes, y que está recreada en todos los órdenes de gobierno: Tenemos un presidente de un partido, un jefe de gobierno de la Ciudad de México de otro partido, y un gobernador del estado de Chihuahua de un tercer partido.

Hoy también tenemos pluralidad en los órganos legislativos, recalcó el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM: “Desde 1997 no ha habido un presidente que tenga mayoría en un Congreso; hay una rutina electoral que determina quién gobierna”.

Por eso, insistió en que vale la pena en una sociedad plural y diversa, como la nuestra, “no tirar al niño con agua sucia y quedarnos lo que sí hemos logrado construir en estos años”.

Entonces, ¿dónde estamos parados? “En un régimen de democracia electoral, vigente, activo, disputado, controvertido y al mismo tiempo que hay que consolidar y que tiene muchos problemas”.

En su conferencia magistral, Pedro Salazar Ugarte puso sobre la mesa la necesidad de discutir, de informarse y de participar. Lamentó que se ha perdido el debate de las ideas y se han ido diluyendo las ideologías, dejando paso al pragmatismo puro.

“Tener ideología (de izquierda o de derecha) te permitía ordenar las ideas, discutirlas y tener una agenda clara de cómo veías al mundo y la sociedad, en qué creías”, indicó.

La política actual la describió como un mundo de la ocurrencia y de los personajes; no de los programas ni del debate sobre el proyecto real del país.

“Cuando las ideologías no sirven, lo que tenemos es el mero pragmatismo, decisiones pragmáticas para obtener posiciones o conservarlas, y ahí como electores, debemos tener cuidado, porque no sabemos qué estamos votando, porque el pragmático un día quiere A y mañana quiere B”, de nuevo ejemplificó el ponente.

Finalmente, planteó ante la audiencia la obligación de volver a discutir a partir de proyectos, de propuestas, marcar con un debate sustantivo la agenda de la elección que sigue, y hacerlo en todos lados y a toda hora: en las mesas, en las aulas, en los jardines, en los medios de transporte, en la vida.“Si no discutimos, nos van a saturar de ocurrencias”, advirtió el investigador.

La conferencia se desarrolló en el auditorio “Dr. Rodolfo Cruz Miramontes” de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).

El mensaje de bienvenida y la presentación del conferencista estuvo a cargo de la consejera María Elena Cárdenas Méndez. Al término de la exposición, el consejero presidente del IEE, Arturo Meraz González, entregó un reconocimiento al Dr. Salazar Ugarte y agradeció su valiosa aportación en una etapa próxima al proceso electoral en el estado de Chihuahua.