
-La reunión se realizó en la ciudad de Chihuahua este domingo 12 de noviembre, en las instalaciones
del Centro de los Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM)
-Se trataron los temas de mujeres (muerte materno-infantil, violencia de género, etc.), despojo de
territorios indígenas, de recursos naturales, discriminación, violencia, injusticia, incumplimiento de los
gobiernos, etc.
-La Relatora ofrecerá un análisis preliminar de sus hallazgos el próximo 17 de noviembre en la
Ciudad de México.
Chihuahua.- Este domingo 12 de noviembre, visitó la ciudad de Chihuahua la Relatora
especial de la ONU de los derechos humanos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-
Corpuz con su equipo de trabajo, para conocer de viva voz los testimonios de las
comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara, quienes le expusieron las situación de
violaciones a sus derechos humanos.
En primera instancia, la Relatora se reunió en privado sólo con mujeres indígenas de
las comunidades rarámuri, ódami y yaqui que participaron en la reunión; ahí, en total
confidencialidad, las mujeres le expusieron las problemáticas que viven en sus
comunidades, principalmente el tema de la violencia del narcotráfico, la muerte materno-
infantil, el despojo de sus territorios y posesiones.
Posteriormente, representantes de las comunidades indígenas, gobernadores y
gobernadoras tradicionales, así como voceros/as que las mismas comunidades designaron
para hablar por toda su gente; uno de los problemas más sentidos que se expusieron, fue el
de la falta del reconocimiento a su territorio, pues a pesar de sus esfuerzos, no han obtenido
un respaldo legal como dueños de la tierra; también se denunció la tala legal e ilegal del
bosque, las políticas públicas fallidas que propician la explotación forestal desmedida y la
impunidad, tanto por crímenes ambientales, como de violaciones graves a los derechos
humanos.
Traductores indígenas, así como traductores de la Oficina del Alto Comisionado de
la ONU participaron permanentemente en la reunión para facilitar las comunicaciones entre
las personas que participaron en la reunión. Las comunidades indígenas participantes se
prepararon durante los dos días previos al evento, para conocer el trabajo de la Relatora y
decidir entre ellos y dentro de su sistema normativo interno, quiénes serían las o los voceros
ante la Relatora.
La Relatora arribó a México a mediados de la semana pasada, celebrando el primer
evento de su misión en la Ciudad de México, el pasado miércoles donde sostuvo reuniones
con titulares de derechos con comunidades provenientes de estados que no visitó, así como
una reunión especial sólo con mujeres; el 11 de noviembre se reunió con cientos de
indígenas en el estado de Guerrero en donde escuchó las exposiciones de sus
problemáticas.
Los pueblos indígenas de 15 comunidades de Chihuahua y Sonora, con quienes se
reunió en esta capital, le solicitaron apoyo en los siguientes temas, que conforman un
patrón de problemáticas que comparten, aunque con sus propias particularidades y
diferentes niveles de intensidad:
● Falta de reconocimiento de la propiedad y posesión tradicional que ejercen las
comunidades desde tiempo inmemorial
● Despojo y explotación de los bienes naturales existentes en los territorios
pertenecientes a las comunidades
● Falta de un recurso sencillo, accesible, rápido, idóneo y efectivo para brindar a las
comunidades protección frente a las afectaciones que enfrentan en esfera de
derechos
● Discriminación sistémica
● Impacto agravado de la violencia que se vive en el país, entre otros.
Además, le solicitaron que llamara al Estado Mexicano a tomar medidas para protegerlos,
garantizar el goce de sus derechos humanos y colectivos; que investigue y castigue a los
responsables de las agresiones y los despojos que sufren; que reconozca y proteja los
territorios comunales de los pueblos indígenas, entre otras.
En el mensaje que las comunidades ofrecieron al inicio de la reunión, se reiteró:
“estamos aquí hoy, señora Relatora, para pedirle que hable por los pueblos indígenas de
Chihuahua, de Sonora y de todo el país, allá en las Naciones Unidas; su visita nos da
esperanza y es algo muy importante para nosotros, pues es signo de que todo nuestro
trabajo está sirviendo de algo, y nos da alivio pensar que todo el esfuerzo, el dolor y la
tristeza, pueden llegar a convertirse en alegría y satisfacción si seguimos trabajando como
lo hemos hecho, pero sobre todo, si usted nos apoya en esta misión de vida”.