Ejido Viejo.- A un mes del paso del huracán Otis por Guerrero, en Coyuca de Benítez aún se aprecia la devastación y los pobladores acusan que ha sido poco el apoyo gubernamental.
En esta comunidad, de mil 200 habitantes, aún se aprecian cientos de casas sin techo, vehículos volteados en un riachuelo que cruza la comunidad, las palmeras tiradas y montones de basura con lodo en las calles.
“Fue algo como la muerte, que agarra parejo”, recordó Marcos Aguirre, expresidente de los Bienes Ejidales.
La gente con palas y carretillas todavía saca el lodo de sus casas. Además, siguen sin servicio de agua potable debido a que los dos sistemas de abastecimiento colapsaron.
Apenas hace cinco días, la CFE restableció el servicio de energía eléctrica, pero sólo a la mitad del poblado.