Los Diablos Rojos del México están de nueva cuenta en los Playoffs como uno de los favoritos al título, un objetivo que no consiguen desde el 2014 y que es la principal meta del conjunto capitalino, así que desglosamos siete razones que dan a la “Pandilla Escarlata” como los máximos candidatos a ganar la Liga Mexicana de Beisbol en este 2023.
- Son el mejor bateo colectivo de la Liga Mexicana de Beisbol
Los Diablos Rojos del México supieron tener consistencia en su ofensiva, la cual se posicionó como la mejor de todo el circuito veraniego con .301 AVG y .861 OPS, un hecho que no se daba desde la Temporada 2019, la primera con el Estadio Alfredo Harp Helú ya como su sede. En aquella ocasión su promedio fue de .323.
De la mano de grandes toletes como Julián Ornelas, Japhet Amador, Moisés Gutiérrez y Roberto Ramos, la novena escarlata protagonizó su poder a la ofensiva con pizarras como el 25-3 que le propinaron a los Tigres de Quintana Roo en el segundo juego de la campaña en casa, mismo carreraje que repitieron en gira ante los Pericos de Puebla.
- El mejor registro de victorias como local en campaña regular desde que juegan en el Estadio Alfredo Harp Helú
Desde la primera temporada del México Rojo en el “Diamante de Fuego”, no se había tenido una gran solidez jugando en casa para los capitalinos. En aquel 2019 obtuvieron 32 victorias en 56 partidos disputados y en este 2023, los Diablos han ganado 34 encuentros como local a cambio de solamente 10 derrotas y con una racha durante el rol regular de 10 series ganadas en fila en el Harp Helú.
La “Pandilla Roja” consiguió ocho barridas en la presente campaña jugando en casa ante rivales como Tigres, Mariachis, Rieleros, Bravos, Tecolotes y Leones, además de ser el mejor local de todo el circuito con su registro de triunfos, una de las razones por las que se mantuvo durante gran parte de la temporada regular como el líder de la Liga Mexicana.
- Un año más como el comandante de la Zona Sur
Por cuarta campaña consecutiva, los Diablos Rojos del México se aseguraron el liderato de la Zona Sur, una posición que han ostentado desde 2019. Ningún equipo había logrado esta racha desde que los Leones de Yucatán lo hicieron entre 2015 y 2018, pero llegar a los Playoffs con este logro no ha sido garantía para los capitalinos.
El último equipo que consiguió el campeonato de la LMB como líder de la Zona Sur en la campaña regular fue Yucatán en la 2018.1, sobre Monterrey, lo más lejos que han llegado los Diablos en los tres años posteriores ha sido la Serie de Campeonato, en todas ellas siendo derrotados por los melenudos, quienes se han convertido en su bestia negra.
- Su dominio con respecto a los demás clasificados
Ya con las seis novenas que formarán parte de los Playoffs en la Zona Sur es destacable mencionar el dominio que la “Marabunta Roja” impuso en el rol regular ante los demás equipos que lucharán por alcanzar el título en este sector. La primera víctima fueron los Tigres de Quintana Roo, a quienes enfrentaron en 12 oportunidades con saldo de nueve victorias y tres derrotas, marcando un récord de triunfos ante los felinos en un mismo año desde 1976.
Ante los Pericos de Puebla se dividió un triunfo por equipo luego de que esa serie en el Estadio Hermanos Serdán no finalizó por lluvia, le siguieron dos barridas en Mérida y en la CDMX sobre los Leones de Yucatán, después le ganaron dos juegos de tres a El Águila de Veracruz como visitante y finalmente, superaron en ambas series a los Olmecas de Tabasco con cuatro triunfos. En total, los Diablos tuvieron récord de 22-7 en temporada regular ante los equipos clasificados a Playoffs en la Zona Sur.
- Deben rendir cuentas a la afición
No sólo los peloteros, cuerpo técnico y directiva anhelan romper la sequía de nueve años sin conquistar un título de Liga Mexicana, también la afición ha manifestado en varias oportunidades su deseo de ver nuevamente al equipo escarlata en lo más alto de la pelota veraniega, sufriendo además las tres dolorosas eliminaciones a manos de Yucatán desde que tienen al Estadio Alfredo Harp Helú como la sede de sus porras y apoyo.
Desde la apertura del parque de pelota en 2019, en este año se ha registrado la mejor asistencia de la historia del recinto con más de 400 mil aficionados en los 44 encuentros de campaña regular que los Diablos Rojos disputaron, además de que no se ha ganado un título escarlata en el mismo, ni siquiera de Liga Invernal Mexicana, donde también son los máximos ganadores.
- Bojórquez quiere culminar con el título un año de récords
En 2016, los Diablos Rojos del México le abrieron la puerta a Víctor Bojórquez para iniciar su carrera como piloto y ahora busca su primer título en esta faceta con la institución. Bojórquez tomó al equipo el 7 de mayo tras un arranque lleno de dudas y lo levantó hasta el primer lugar de la Zona Sur. Ahora la misión es conseguir el ansiado décimo séptimo campeonato y tener revancha personal tras su última experiencia en Playoffs, donde los Leones de Yucatán le arruinaron la fiesta.
Desde que el “Flamingo” fue ratificado por la directiva escarlata en junio del presente año, logró convertirse en el séptimo dirigente que alcanza los 200 triunfos con el equipo, además de llegar a los 300 partidos en el dugout del conjunto escarlata, ya que es su cuarta etapa al frente del México. Cabe recalcar que jugó 16 campañas como pelotero en los Diablos y fue campeón en 1999, 2002, 2003 y 2008, además de formar parte del último título del 2014 en el cuerpo técnico como coach.
- Steven Moyers, una garantía en la lomita escarlata
Uno de los refuerzos que más expectativa generó para la afición de los “pingos” fue Steven Moyers, quien llegó a su primera experiencia en el beisbol mexicano tras ser campeón en República Dominicana y de Serie del Caribe con los Tigres del Licey. En 17 aperturas con los Diablos, Moyers se fue invicto y consiguió 10 triunfos, 3.77 de efectividad, 11 pasaportes y 62 ponches en 88 entradas y un tercio de labor.
El oriundo de Sharon, Connecticut, se convirtió en el primer lanzador extranjero en la historia de los Diablos Rojos del México en tener una temporada invicta y con doble dígito en el departamento de victorias, siendo el único serpentinero abridor que no admitió una derrota en la campaña. El último pitcher del México Rojo que había logrado este hito fue el mexicano Francisco Córdova en 1995, año en el que impuso una marca de 13 triunfos.