Segundo día de la visita de estado del presidente Donald Trump en Londres y el acuerdo de comercio post Brexit británico americano en el corazón de sus intenciones. Un desayuno multitudinario reemplazó el tradicional encuentro a solas con la primera ministra Theresa May, que renunciará al gobierno el próximo viernes, en el palacio de St James. Será para la primera ministra su última reunión con otro jefe de estado .
Un almuerzo formal en Downing St con Theresa May, su marido Philip, la primera Dama Melania, el presidente Trump y su hija Ivanka completa esta agenda oficial. China, Irán, y el ISIS es el temario difundido por Downing St para debatir. Una agenda política que va a terminar con una conferencia de prensa imprevisible por la tarde, cuando las protestas contra su presencia inunden a Londres.
El palacio de Buckingham está cumpliendo el rol de helipuerto para el Marine One de Trump. La reina Isabel decidió permanecer en su casa de Windsor para no ser perturbada por esta extraordinaria y ruidosa logística y tampoco asistirá a la comida en su homenaje, en la residencia norteamericana. Pero todos los diarios británicos aplauden “la capacidad diplomática de la soberana”, en las primeras 24 horas de la visita, para defender los intereses del país y neutralizar la egolatría de Donald Trump. La magia de su despliegue de tradiciones imperiales y su preciso discurso, recordando la historia de estas relaciones bilaterales, más allá de Trump.
En el banquete presidencial norteamericano en homenaje a la reina Isabel en la embajada norteamericana, la reemplazará el príncipe Carlos, su heredero, y su esposa Camilla. ”Baby Trump”, el gigante de plástico inflable que caricaturiza al presidente y su ego, flota en Parliament Square como inicio de la protestas, que conmoverán a Londres por su presencia.
Donald Trump cree que “Gran Bretaña tendrá un “muy, muy substancial acuerdo de comercio con Estados Unidos si se va de la Unión Europea. Esto es algo que ustedes quieren y mi equipo quiere hacer. Hagamos el acuerdo”, dijo Trump.
Y luego lo inexplicable: le sugirió a May que repiense su decisión de renunciar :”Quédese”, le sugirió a May, que se va el viernes, “y podemos hacer un muy, pero muy substancial acuerdo de comercio”, sugirió. Nadie sabe aun si fue un chiste o una real sugerencia.