Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco bromeó con visitantes sobre su estado de salud a casi una semana de enfermar de una “bronquitis muy aguda” que le impidió ir a la conferencia de la ONU sobre el clima, en Dubái.
“Como ven, estoy vivo”, declaró ante visitantes el Papa Francisco en tono de broma.
“El médico no me dejó ir a Dubái”, explicó el Pontífice argentino de 86 años a los participantes de un seminario de “Ética en la gestión de la salud”, citado en un comunicado del Vaticano.
“La razón es que hace mucho calor ahí, y se pasa del calor al aire acondicionado. Y esto en esta situación bronquial no es conveniente. Agradecer a Dios que no fue una pulmonía”.
“Es una bronquitis muy aguda, infecciosa. Ya no tengo fiebre, pero todavía siguen los antibióticos”, detalló.
En su audiencia semanal del miércoles, el Papa parecía cansado y con dificultades para respirar ante la audiencia, por lo que pidió a un asistente que leyera su texto en su lugar.
Siguiendo el consejo de sus médicos, Francisco se vio obligado a cancelar el viaje a la cumbre anual del clima, la COP28.
El Pontífice, que en su juventud fue sometido a una ablación parcial de un pulmón, tenía previsto un discurso el sábado, como parte de una estadía en Emiratos Árabes Unidos programada inicialmente de viernes a domingo.
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, representará en Dubái a la Santa Sede.
El Papa hizo de la defensa del medio ambiente uno de los pilares de su pontificado y debía ser el primer jefe de la Iglesia católica en acudir a esta cumbre de la ONU desde su creación en 1995.