Taiwán.- Durante años, Beijing esperó ganar el control de Taiwán convenciendo a su gente de que su futuro económico estaba indisolublemente ligado a China.
Pero en lugar de ello, más empresas taiwanesas están virando hacia Estados Unidos y otros mercados, reduciendo su dependencia de China y enojando a Beijing.
En una señal del cambio, EU por primera vez reemplazó a China continental como el principal comprador de productos agrícolas taiwaneses el año pasado.
Empresas de electrónica como el fabricante de chips Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. también están vendiendo más productos a compradores estadounidenses y no chinos, gracias en parte a las apuestas de Apple en los semiconductores taiwaneses.
En general, las exportaciones taiwanesas a EU en los primeros 10 meses del 2023 fueron 80 por ciento mayores que en el mismo periodo del 2018, muestran datos del Gobierno taiwanés. En contraste, las exportaciones taiwanesas a China Continental fueron 1 por ciento menores, un cambio importante en comparación con hace aproximadamente una década, cuando las economías de China y Taiwán se estaban integrando rápidamente.
La inversión exterior de Taiwán también ha cambiado. Después de fluir principalmente a China Continental a principios de la década del 2000, ahora se ha movido decisivamente hacia otros destinos, incluyendo el Sudeste Asiático, India y EU.
El gigante taiwanés de la electrónica Foxconn, que ensambla iPhones en China Continental, se está expandiendo en India y Vietnam después de que Apple comenzó a presionar a sus proveedores para que se diversificaran.
Los medios estatales chinos informaron recientemente que China había abierto investigaciones fiscales y de uso de la tierra relacionadas con Foxconn, y aunque los funcionarios y analistas taiwaneses interpretaron las acciones como una señal de que China quiere que Terry Gou, el fundador de Foxconn, abandone sus planes de postularse en las elecciones Presidenciales de Taiwán en enero, algunos han dicho que Beijing también podría estar tratando de presionar a Foxconn para que se resista a desvincularse de China.
“Cualquier intento por ‘hablar pestes’ de la economía de China Continental o buscar un ‘desvinculamiento’ está impulsado por motivos ocultos, pero será inútil”, dijo en septiembre una portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán, en Beijing. “China Continental siempre es la mejor opción para los compatriotas y las empresas taiwanesas”.
Con esta declaración es probable que no sea posible para Taiwán desvincularse completamente de la economía de China Continental.
Foxconn y otras importantes empresas taiwanesas dependen en gran medida de China para obtener partes, pruebas y compradores. Alrededor del 25 por ciento de las importaciones de componentes electrónicos de Taiwán aún provienen del Continente.
Si la debilitada economía de China regresa a un fuerte crecimiento, podría cambiar el cálculo nuevamente a favor del Continente, donde el Partido Comunista reclama Taiwán a pesar de nunca haberlo gobernado. Alrededor del 21 por ciento del comercio total de bienes de Taiwán este año ha sido con China Continental, contra el 14 por ciento de EU.
Buscando nuevos mercados
Chang Chia-sheng, que opera un negocio de piscicultura en Taiwán, señaló que su principal objetivo de exportación hace una década era China Continental, pero a medida que aumentaron las tensiones geopolíticas, volteó hacia otra parte. Las ventas a los estadounidenses se han quintuplicado desde el 2018. “En EU, las cosas parecen funcionar más fácilmente”, manifestó Chang.
EU y Taiwán llegaron a un acuerdo en mayo sobre una serie de medidas comerciales y de inversión para profundizar los lazos, aunque el acuerdo no llegó a reducir los aranceles.
El Gobierno de Taiwán también está fomentando vínculos económicos más estrechos con el Sudeste Asiático, el sur de Asia, Australia y Nueva Zelanda. Su “Nueva Política Hacia el Sur”, implementada en el 2016, ha sido objeto de un feroz debate en Taiwán, y el Partido Kuomintang indicó que las medidas para impulsar las relaciones, como el otorgamiento de becas, no valen la pena.
Sin embargo, las exportaciones a los “nuevos socios en dirección sur” han aumentado a 66 mil millones de dólares en los primeros nueve meses del 2023, alrededor de 50 por ciento más que en el mismo periodo del 2016.
“Francamente, estamos respondiendo de forma reactiva” a la necesidad de contar con socios comerciales más diversos, afirmó Wang Mei-hua, el Ministro de Economía taiwanés.
“Taiwán necesita manejar los riesgos por sí solo, pero también necesitamos que nuestros aliados se unan más a nosotros para mitigar estos riesgos”.
Juntos, EU y las seis economías más grandes del Sudeste Asiático representaron el 36 por ciento de las exportaciones taiwanesas en el tercer trimestre del 2023, revelan datos de CEIC, superando el porcentaje enviado a China Continental y Hong Kong trimestralmente por primera vez desde el 2002.
En septiembre, Taiwán envió menos del 21 por ciento de sus exportaciones al Continente, el porcentaje más bajo desde la crisis financiera mundial.
Revirtiendo la marea
Después de que China comenzó a abrir su economía a fines de los años 70, las empresas taiwanesas figuraron entre los primeros inversionistas.
En la década del 2000, China parecía estar teniendo éxito en su estrategia de integrar las dos economías: más del 28 por ciento de las exportaciones de Taiwán se dirigieron al Continente en el 2010, contra menos del 4 por ciento una década antes.
Los vuelos directos entre ambas partes se normalizaron por primera vez en décadas.
Para el 2014, la situación estaba cambiando a medida que más taiwaneses se preocupaban por la excesiva dependencia de China. Manifestantes estudiantiles protestaron contra un pacto comercial, luego abandonado, que habría profundizado los lazos con China. La Presidenta Tsai Ing-wen, quien asumió el cargo en el 2016, ha impulsado la diversificación de la economía de Taiwán.
China ha respondido colocando los asuntos comerciales en mayor primer plano.
En abril, abrió una investigación sobre las restricciones comerciales de Taiwán que, afirma, limitan las exportaciones de más de 2 mil 400 artículos del Continente a la isla, en violación de las normas de la Organización Mundial del Comercio. En octubre, el Ministerio de Comercio de China anunció que la investigación se extendería hasta el 12 de enero, la víspera de las próximas elecciones en Taiwán.
El Gobierno de Taiwán ha catalogado a la investigación como políticamente motivada.
Para las empresas taiwanesas, construir y operar fábricas nuevas en lugares fuera de China no es barato ni fácil. En ocasiones, protestas han trastocado las operaciones en plantas indias operadas por Foxconn y Wistron, otro proveedor de Apple. En septiembre, un incendio detuvo la producción en una instalación taiwanesa en Tamil Nadu.
Así, algunos empresarios taiwaneses claramente ya no ven bien a China.
Edición del artículo original The Wall Street Journal