Unos cuatro millones de personas han abandonado Venezuela desde finales de 2015, según un cálculo de la ONU divulgado en junio,
la mayor parte de ellas se han trasladado a otros países de América Latina.
Colombia (1.300.000), Perú (768.000), Chile (288.000) y Ecuador (263.000), encabezan la lista de receptores de estos migrantes, de acuerdo con la ONU.
Y el flujo de venezolanos no cesa y se incrementa en decenas de miles mes a mes.
Cada día hay unos 45.000 venezolanos que cruzan hacia Colombia. De estos, unos 1.500 o 2.000 deciden quedarse, mientras otros 1.000 a 1.500 transitan hacia otros destinos, según le explica a BBC Mundo Felipe Muñoz, gerente de Frontera con Venezuela de la Presidencia de Colombia.
Para finales de junio, el número de migrantes venezolanos en Colombia ya sumaba 1.408.000. Recientemente, durante la sesión inaugural de una asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo en Guayaquil, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, aseguró que unos 3.000 venezolanos entran cada día a su país.
Según el mandatario, este flujo migratorio ha elevado a 500.000 el número de venezolanos en Ecuador, lo que -asegura- representa para las arcas públicas de ese país un gasto de unos US$500 millones al año.
Según Moreno, esta situación está superando “la capacidad de acogida” de su país.
En el caso de Colombia, esta situación llevó al gobierno a anunciar en marzo un ajuste de sus metas de déficit fiscal a mediano plazo, aunque posteriormente -en junio- el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró que las metas de 2019 y 2020 permanecerán inalteradas.
Cálculos del Banco Mundial y del FMI (Fondo Monetario Internacional) realizados el año pasado indican que el peso anual de la migración venezolana en las cuentas fiscales colombianas se ubica entre 0,3 y 0,6 puntos del PIB. Otra estimación realizada por el centro de estudios Fedesarrollo apuntaba a 0,48.
En el caso de Colombia, 0,5 puntos del PIB equivale a unos US$1.500 millonesaproximadamente.
Según explica Felipe Muñoz, el área más afectada por la llegada masiva de venezolanos es la atención sanitaria.
En Colombia, reciben cuidados no solamente los 1,4 millones de migrantes que decidieron quedarse allí sino también los que usan el país como punto de tránsito e, incluso, los llamados migrantes pendulares: aquellos que cruzan la frontera para recibir tratamientos de salud o vacunas y luego regresan a Venezuela.
“Hemos tenido más de 2.400.000 atenciones en los últimos tres años para migrantes venezolanos. Ha habido más de 25.000 niños de madres venezolanas nacidos en Colombia y atendidos de manera gratuita. Se les han aplicado más de 1.200.000 vacunas”, señala.
Esta situación -asegura- ha llevado a la acumulación de una deuda de US$50 millones con los hospitales públicos del país.
Otra área es la educación, pues la llegada masiva de niños en edad escolar obliga a ampliar la capacidad de las escuelas.
Muñoz indica que es el Estado colombiano el que asume la mayor parte de estos gastos, pues en los últimos dos años lo que se ha recibido de cooperación internacional para atender a los migrantes venezolanos son US$270 millones, de los cuales más del 60% han sido donaciones de Estados Unidos.
Explica que esa ayuda se canaliza a través agencias de la ONU y algunas ONG.
De acuerdo con un informe del Grupo de Trabajo sobre Migrantes Venezolanos de la OEA (Organización de Estados Americanos), el financiamiento internacional recibido por cada migrante o refugiado venezolano apenas supera los US$200 dólares.
Por comparación, en el caso de Siria, los fondos superan los US$5.000 por persona.