Este primero de agosto de 2020, se cumplen 10 años de que el Camino Real de Tierra Adentro,
también conocido por el nombre de “Camino de la Plata” fue inscrito por la UNESCO como
patrimonio mundial, en la categoría de itinerario cultual. Este comprende cinco elementos o
lugares ya inscritos anteriormente en la Lista del Patrimonio Mundial y otros 55 elementos más
situados a lo largo de mil 400 de los 2 mil 600 km de esta larga ruta que parte de la Ciudad de
México y llega hasta San Juan Nuevo México, en los Estados Unidos.
Utilizado entre los siglos XVI y XIX, este camino servía para transportar la plata extraída de las
minas de Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí, Durango y Chihuahua, así como el mercurio
importado de Europa.
Aunque su origen y utilización fueron impulsados por la industria minera de la colonia, el Camino
Real de Tierra Adentro favoreció el establecimiento de nuevos centros poblacionales y con ellos
nuevos vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura del centro de la Nueva España, y el
norte, incluida una parte de lo que es en la actualidad el Suroeste de los Estados Unidos.
Desde la comida, el lenguaje, el arte, la cultura, la danza y la religión fueron impuestas por este
camino, que no sólo comunicó, sino que fue también una importante línea de migración con un
flujo constante de trabajadores de las minas, soldados, clérigos y las familias de estos que llevaron
consigo sus costumbres y crearon el crisol cultural que hoy en día es Chihuahua.
Es por ello que el Centro INAH Chihuahua, se ha dedicado a investigar este camino y la herencia
social, económica y cultural que ha dejado a través del estado de Chihuahua, que forma la parte
más amplia de este recorrido. Y cada año se investigan, con el apoyo de los habitantes, dos
municipios diferentes de los que conformaron el Camino Real de Tierra Adentro, y se presentan
los resultados a los vecinos de cada uno de estos municipios.
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