Santiago Giménez dijo que tal y como lo dijo Javier “Chicharito” Hernández, es tiempo de soñar en cosas chingonas, y se ve levantado la Copa del Mundo en el Mundial del 2026, que se realizará en México, Estados Unidos y Canadá.
“Es un sueño, es lo que he querido desde pequeño y es una oportunidad que no quiero desaprovechar, hay que dejar todo en la cancha, imagino todo, y como dijo ‘Chicharito’, hay que soñar cosas chingonas, esa frase la he tenido mucho en mi cabeza, lo que me imagino es a México levantando la Copa del Mundo (en el 2026)”, expresó durante una entrevista que concedió al Canal de la Selección Nacional.
Giménez quien es líder de goleo de la Eredivisie con 12 tantos, entrena con el cuadro nacional, preparando el partido amistoso ante Ghana.
“Es una nueva era, a todos se les ve muy prendidos porque saben que es una nueva oportunidad de demostrar lo que es México, queremos llevar a nuestro país a lo más alto y eso se tiene que ver en el día a día, como grupo tenemos que ser muy capaces de asumir cada uno nuestra responsabilidad, hay que enfocarnos y dar lo mejor de nosotros para que todo México esté presente”, mencionó.
Dijo que le gusta la forma de trabajar del técnico, Jaime Lozano, así como la confianza que les hace sentir.
“Tenemos bastante confianza y contacto porque es una persona joven, con la que puedes interactuar muy bien, es muy sociable, le gusta hablar con los jugadores y eso te genera confianza a la hora de entrenar y jugar. Cuando estoy en Holanda me llama, hablamos un poco de futbol, de la vida, y eso como jugador, que el técnico te hable y te diga que eres importante, te hacer sentir bien”, reveló.
Santi recordó que a los 17 años estuvo a punto de retirarse por una trombosis que se le presentó en la vena de la clavícula y por la que fue operado en tres ocasiones. Fueron momentos difíciles porque su carrera estuvo en vilo, en ese momento conoció la palabra de Dios y en ella encontró fe para seguir.
“Fue un proceso difícil, que te digan que te vas a apartar de las cancha te pega y ahí tuve un antes y un después en la vida, ahí fue donde encontré a Dios, donde la familia se fortaleció. Fue un proceso muy lindo porque me cambió la vida, agradezco que haya pasado esto.
Por más que las cosas vayan saliendo mal, al final todo te forja como persona y te hace crecer. Si estas pasando un mal momento, debes estar tranquilo, confiar en Dios”, externó.
Otro momento que también fue uno de los más dolorosos a sus 22 años fue cuando le avisaron que no iría al Mundial de Qatar.
“Sí pegó bastante porque cuando te avisan el último día que no vas a estar es un golpe muy duro, pero al final traté de seguir enfocado, puede ser que me toquen otros (Mundiales), era una decisión que la veía venir porque estuve poco tiempo en la Selección, acababa de irme a Europa. Después sabía que tenía que seguir enfocado, mi familia y mi novia me hicieron olvidarlo y ver hacia adelante, nos fuimos a un viaje en un barco y ahí le pedí matrimonio a mi novia”, recordó.