Aún no han recuperado los cuerpos de los alpinistas austriacos David Lama (28 años) y Hansjörg Auer (35) y del norteamericano Jess Roskelley (36) años de edad.
El trío perseguía una vía en el Howse Peak, un pico de 3.295 metros especialmente sensible al riesgo de aludes.
El padre de Jess, John Roskelley, sabe que la pérdida es irremediable: “Sé que mi hijo no volverá, emprendió una escalada en una montaña que si las condiciones no son perfectas, se convierte en una pesadilla”, explicó el pasado miércoles en The Spokesman Review, horas después de alertar a los servicios de socorro que operan en Icefields Parkway, en la Columbia Británica (Canadá).
Su hijo Jess Roskelly, prometió llamarle el martes pero no llegó a hacerlo. Un helicóptero de los servicios de rescate alcanzó a divisar los restos de tres aludes y en uno de ellos, material de escalada y un cuerpo semienterrado, ahora esperan a que disminuya el riesgo de avalanchas para buscar los cuerpos de los tres alpinistas de élite, verdadera punta de lanza del alpinismo de vanguardia.